En los últimos 10 años he practicado el oficio de desarrollo de software desde tres distintos ámbitos: Negocio, Gestión y Arquitectura. Junto a mis compañeros hemos intentado ciertas prácticas para orientar la cultura de desarrollo hacia un modelo ágil.

Ayer por la mañana tuve una cálida conversación con un colega, en la que me pidió mi valoración en cuanto al uso de LibreOffice en las organizaciones. Como la consulta se ha vuelto naturalmente frecuente, decidí escribir esta entrada para intentar dar respuesta y compartir algunas sugerencias en un proceso de transición a LibreOffice.

Las empresas llevan más de 20 años pregonando "cero papel". Conforme reconocieron la necesidad, tomaron la decisión de abordar el barco de la digitalización. Son muy pocas aquellas que no han dado los primeros pasos, aún cuando hay buenas razones.

En tan sólo los últimos 5 años los retos de las Direcciones de Tecnología de Información en las empresas han cambiado abruptamente, reorientando sus esfuerzos como socios estratégicos alineados a las metas del negocio.